Lunes Santo: Procesión del Santísimo Rosario de Dolor
Procesión creada el 19 de Marzo de 1951, ha sufrido diversas modificaciones en su recorrido. Nuestra Hermandad realiza su primera salida en pleno en esta Procesión en la que participa desde su origen.
El ambiente del recorrido es escalofriante. Los tambores y cornetas cesan en sus sones, marcando algunas baquetas ligeramente el paso. En la puerta de la Iglesia de la Vera-Cruz no cesan de salir imágenes, cada una representando un misterio, por las calles adyacentes se incorporan el resto, así hasta que sale la Dolorosa de la Vera-Cruz, Virgen tallada originariamente por Fernández para el paso del Descendimiento, pero que desde 1757 fue separada por la gran devoción que despertaba, y que cierra este cortejo.
Cortejo formado por las siguientes cofradías:
Cofradía Penitencial de la Oración del Huerto (1939) alumbrando el paso del Primer Misterio de Dolor, “La Oración del Huerto”, de Andrés de Solanes.
Hermandad Penitencial de Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna (1930, alumbramos el paso del Segundo Misterio de Dolor “Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna” de Gregorio Fernández.
Hermandad del Santo Cristo de los Artilleros (1944) que cubre el Tercer Misterio de Dolor “Ecce-Homo” de Gregorio Fernández.
Real Cofradía del Santísimo Cristo Despojado, Cristo Camino del Calvario y Nuestra Señora de la Amargura (1943), que alumbra el Cuarto Misterio del Dolor “Camino del Calvario” de Gregorio Fernández.
Cofradía de las Siete Palabras (1929), que alumbra el Quinto Misterio “Todo está consumado” Taller Vallisoletano h.1650.
Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz (1498) que cierra el cortejo con el paso “Nuestra Señora de la Vera Cruz” de Gregorio Fernández.
A esta última Imagen se asocian todas las letanías del Rosario que al término de los misterios se rezan por la megafonía, acompañados por música de órgano, creando una atmosfera de gran recogimiento.
Martes Santo: Procesión de la Peregrinación de la Promesa
Procesión que cuenta con más de 50 años de vida, para nuestra Hermandad es de gran importancia por tratarse de “nuestra” procesión. Tras salir de nuestra sede nos dirigimos en pleno, junto a las representaciones que nos acompañan, a la Iglesia de la Vera Cruz donde nos espera nuestra Imagen titular.
Ante la mirada de la Virgen del Pilar y la de nuestro querido Cristo Atado a la Columna renovamos año tras año la promesa de guardar silencio en todas las procesiones en las que participamos, especialmente en la del Viernes Santo.
La promesa se realiza con la lectura de un juramento, tras la cual los cofrades respondemos afirmativamente, concluyendo el sacerdote con las palabras: “Si así lo hicierais que Dios os lo premie, si no, que Él os lo demande”.
En el silencio de la noche se produce un encuentro, un encuentro de miradas. La mirada de la Madre, con su hijo-niño en brazos, sobre un pilar. La del Hijo, con los ojos cargados de lágrimas, una mirada que desprende misericordia y humildad.
Es una procesión en la que los miembros de la Hermandad renovamos nuestra Promesa, de ahí el nombre de la Procesión, “La Peregrinación de la Promesa”. Un nombre muy bello, pero que también está cargado de significado.
Tras la renovación de la Promesa la noche está muy avanzada cuando la espalda sangrante de nuestro Cristo vuelve a su Iglesia, por el transcurso del camino de vuelta es el momento de reflexionar, de mirarle, de recibir Su mirada, solos a pesar de la gente. El momento de sentir, una vez más, el apoyo de Su Columna.
Miércoles Santo: Encuentro de oración con los enfermos
El encuentro de oración con los enfermos del Miércoles Santo nace en el año 2011 de la inquietud de un grupo de cofrades por ocupar un espacio de nuestra Cofradía, y desde luego de la Semana Santa, que hasta ahora se encontraba vacío. Un espacio en el que los enfermos tuvieran un protagonismo especial, de tal manera que no sólo se rezase por ellos, sino que fueran ellos mismos los que participasen en el encuentro de una forma activa y no como meros espectadores.
Con este planteamiento inicial, el Cristo de la Humildad cobraba una importancia absoluta como referente del encuentro, al tratarse de una imagen que refleja la sencillez y humildad con la que Jesús deposita su confianza en el Padre ante lo que le ha de venir, de la misma manera que el enfermo creyente asume su enfermedad dejando su destino y sufrimiento en manos de Dios.
Con estas premisas como básico y principal fundamento, la segunda idea a llevar a cabo era que se tratase de un encuentro diferente a lo que hasta ahora existía en nuestra Semana Santa, algo original que realmente invitase a los cofrades, pueblo fiel y enfermos a unirse en una oración común. Para conseguir este objetivo, nada mejor que utilizar los medios audiovisuales que hoy día tenemos en nuestras manos y que como dijo el Papa Emérito Benedicto XVI, se hacen imprescindibles en la oración y evangelización de nuestro tiempo.
Y la tercera idea era que se tratase de un espacio abierto a la participación de aquellas asociaciones y grupos dedicados a la atención de enfermos y discapacitados, de tal manera que el primer año estuvieron presentes la Frater (Fraternidad Cristiana de enfermos y discapacitados) y la Cofradía del Santo Entierro, y en la segunda edición, así como en la tercera, la Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes, participando actualmente la Pastoral Diocesana de la Salud.
Imagen y música se unen en un espacio presidido por la Palabra, los enfermos y el Cristo de la Humildad y, durante un periodo de tiempo de aproximadamente 50 minutos, se crea un ambiente de reflexión y oración en el que todos somos uno solo cuerpo entorno al Padre.
Viernes Santo: Procesión General de la Pasión de Nuestro Señor
Procesión cumbre de la Semana Santa vallisoletana, es una representación majestuosa de la Pasión de Nuestro Señor. Participan las veinte Cofradías vallisoletanas en pleno, alumbrando 33 pasos. Obras centenarias de los grandes maestros imagineros como Gregorio Fernández o Juan de Juni, salen a la calle esta noche.
Nuestra Hermandad participa en ella desde 1930, primeramente sin hábito penitencial, y desde 1941 con el hábito que hoy en día seguimos utilizando.
Cubrimos tres pasos, que van del quinto al séptimo lugar en aparecer de los 33 pasos que desfilan. Nuestra Hermandad es la cuarta en desfilar, siguiendo el orden cronológico en el que ocurrió la Pasión según los evangelios.
El primer paso es “Preparativos para la Flagelación” (J.A. Hdez Navarro, 2004), el segundo “El azotamiento del Señor” (Escuela Castellana, h. 1650), y el tercero Nuestra Imagen titular “El Señor atado a la Columna” (Gregorio Fernández, h. 1619).
El origen de esta Procesión se remonta a la época de la ocupación francesa. El General Kellermann, jefe del Sexto Gobierno (que comprendía las provincias de Valladolid, Palencia, León, Toro y Zamora), encomendó al comisario de Policía, José Timoteo, llevar a cabo una “normalización” de las costumbres españolas en la ciudad. Este citado comisario formaba parte de varias penitenciales, ocupando cargos directivos en alguna de ellas.
Realizó un llamamiento a las Penitenciales, tras el encargo del General francés, que se vio correspondido por ellas. De esta manera a las 6 de la tarde del Viernes Santo 21 de Abril de 1810, salió la primera Procesión General de Valladolid, o del Santo Entierro, tomando como punto de partida la penitencial de las Angustias.
Participaban en ella las cinco Cofradías Penitenciales de Valladolid, alumbrando ocho pasos. Desde entonces han sido numerosos los cambios efectuados en ella, sobre todo tras la reforma de Gandasegui. Añadiéndose al cortejo las nuevas Cofradías que alumbraban más pasos, llegando a las 20 Cofradías de la actualidad y 33 pasos.