Este paso procesional hasta el siglo XIX perteneció a la cofradía de la Pasión, posteriormente, fruto de la reforma del arzobispo Gandásegui, paso a desfilar con otras Cofradías.

En 1930 nuestra Hermandad recibe el encargo de alumbrar este paso, en concreto fueron los congregantes Luises a los que se encomendó esta tarea.

El paso desfilaba cubriendo estación los Miércoles Santo en el Vía Crucis, frente a la Casa Consistorial, y en la Procesión general del Viernes Santo.



Posteriormente este paso fue alumbrado por la Cofradía de la Sagrada Cena, cuando no tenían todavía su paso. Finalmente se le encomendó la tarea de alumbrarlo a la Cofradía del Santo Cristo del Despojo, que aún hoy lo alumbra.

Es sin duda uno de los pasos más espectaculares de nuestra Semana Santa, debido en gran parte a su gran teatralidad. El actual Nazareno no es el original de Fernández, pues se trataba de una Imagen vestida puesta en pie, caminando hacia el auxilio de la Verónica, que con sus brazos extendidos le ofrece un lienzo para secar su rostro. El actual Nazareno fue realizado por Pedro de la Cuadra, fue el primer titular de la Cofradía de Jesús Nazareno.

Delante de Él se encuentra un sayón que anuncia con una trompeta la llegada de Jesús, recordando la obligación de abrir paso al reo. A su lado un sayón tira del cuello con una soga. El contrapunto lo ponen la Verónica y la dulce imagen de Simón de Cirene, que abraza la cruz tras Cristo ayudándole en su carga.

Este paso es una muestra de que muchos fueron concebidos como una representación teatral de la Pasión de nuestro Señor en la calle.

Este paso, como solía ocurrir con los pasos realizados por Fernández, se convirtió en un modelo repetido, como podemos ver en Palencia o Sahagún.